LOS RECORRIDOS QUE ESPERABAS

LOS RECORRIDOS QUE ESPERABAS
LOS RECORRIDOS QUE ESPERABAS

martes, 20 de junio de 2017

TRASHUMANCIA VERANO 2017

              TRASHUMANCIA DE VERANO DE 2017

Iniciamos la marcha el sábado 10 de junio, desde la finca donde han pasado el invierno las vacas negras avileñas de la familia García Santana. La finca está situada cerca de los pueblos de Serrejon y Casatejada (provincia de Cáceres).Desde unos días antes los hermanos y sobrinos de la familia realizan los preparativos para que al iniciar el cordel todo esté listo. Son muchas las cosas de las que ocuparse: la comida, preparar caballos, aparejos y monturas, reunir y vacunar vacas, menaje, impedimenta, etc.Este año hemos hecho paradas para dormir en Navalmoral, Las Ventas de San Julian, La Corchuela, un lugar llamado los Bodegones en la carretera N-502 próximo a Parrillas, Monbeltrán, Venta Rasca y por fin el pueblo de Navadijos, destino ansiado desde el primer día ya que el calor ha sido muy fuerte este año. Siempre se llega a los lugares de pernocta entre las nueve y las diez de la noche, con las vacas comidas y bebidas, de forma que al anochecer ya descansan y duermen.Hemos pasado por lugares dignos de visitar, entre otros cabe reseñar el embalse de Navalcán, donde todos disfrutamos de alguna agradable salpicadura de agua y las vacas y caballos bebieron a placer, la ermita de la Corchuela, el rio Tietar que atravesamos por su curso, el paso del Alberche por Ramacastañas, la calzada romana para subir el Puerto del Pico y todo el valle hasta la Venta del Obispo donde ya emprendemos el último tramo hasta Navadijos, al que llegamos el día 18. Pasamos por las provincias de Cáceres, Toledo y Ávila.Los días se parten en dos jornadas, la de mañana que suele durar entre 5 y 6 horas y la de la tarde que suele estar entre las 4 y 5 horas. El ritmo es el que marca el ganado y la situación de las zonas donde hay comida y agua, por ello suele ser un ritmo lento y con paradas de una cierta duración allí donde conviene para la alimentación y bebida de las vacas. Suelen retrasar la progresión los becerros jovencillos, pues llevan un paso más corto y el calor lo soportan peor, aunque todos iban con la lengua fuera, incluso nosotros. Hay jornadas que se hacen más duras por la ausencia de sombra en todo el camino. En otras encinas y alcornoques nos permiten ir de sombra en sombra para mitigar el rigor del sol, por supuesto que los inteligentes animales hacen lo propio.A medio día tomamos una comida más o menos ligera, con algo fresco y picoteo de embutidos, jamón y queso para no cocinar con el calor, pero sobre todo bebíamos un montón para recuperar todo lo que llevábamos sudado. Cuando se corona el Puerto del Pico acude la familia entera a celebrar la llegada de los vaqueros y se celebra una divertida comida. Por supuesto después de las comidas la siesta es imprescindible para recuperar el cuerpo y porque no se puede empezar el siguiente tramo con el sol tan fuerte, se suele salir entre las cinco y las seis y media, dependiendo de lo que haya que recorrer y el calor que haga. La cena solía ser un plato único, guisote completo y contundente y, a veces, acompañado de una ensalada. El cansancio no nos dejaba prolongar mucho la sobremesa y pronto la gente se encaminaba al elemental catre. Podéis entrar en el siguiente blog: http://navadijosdiario.blogspot.com.es/2012/04/los-turistas-podran-emprender-la.html. En él podréis informaros de los los beneficios ecológicos de la trashumancia y de lo que ofrece la familia García Santana al que decide emprender esa experiencia. También podréis encontrar correo electrónico y teléfono. Yo os puedo asegurar que vale la pena pasar unos días con esta familia de ganaderos, trabajadores infatigables, compartiendo el camino, el trabajo que te dejen hacer, el sol, la luna y los buenos y regulares ratos.